jueves, mayo 13, 2010

Revisión de la Ley de Secretos de Estado.


Link a la ley:

http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l9-1968.html#a12

¿Por qué existen los secretos?

¿Qué prevalece sobre qué?, ¿la desinformación de los ciudadanos sobre los asuntos secretos que exponen las actividades de los Estados? Y de todas formas, ¿Cuáles son esos secretos que forman miles de documentos archivados en polvorientos despachos, en todo el mundo?

Son tantas las preguntas y tan deficientes las respuestas que un ciudadano normal puede obtener o tan siquiera imaginar. Supongo que en el caso de E.E.U.U., una de las grandes potencias en armas, aeronáutica, tecnología, drogas y un largo etcétera que indudablemente se mueve entre lo inmoral y lo ilegal, tiene secretos que ocultar a su larga lista de enemigos, y sobre todo a sus ciudadanos. Pensé que vivíamos en una democracia en la que la censura se había extinguido, pobre iluso… España vive cada día más norte-americanizada, esta misma noche he ido a comer a Mc Donalds, y además ni me he tenido que bajar del coche, eso sí gastando gasolina en el proceso. También supongo que de esto tratará la “mesiánica” globalización.

El hecho de que existan leyes de secretos oficiales es tan descarado por parte de los gobiernos que invita hasta al más memo de nosotros a preguntarse: ¿Qué está pasando? Y no sólo eso, indica que en los países llamados desarrollados existen unos mecanismos de censura tan potentes que se camuflan infiltrados en nuestras leyes, como si nada. No te sientas ofendido si no te lo has preguntado alguna vez, nunca es tarde para cuestionar la realidad en la que vives.

Aunque la mayoría reverencia y justifica esta ley creyendo que debemos ser protegidos por nuestro propio gobierno de informaciones que dañarían nuestra sensibilidad, que simplemente no debemos saber, o que dañaría la imagen de nuestro gobierno o se divulgarían informaciones volátiles que nos harían volar por los aires. El pueblo debe conocer. Yo quiero conocer, y créeme, no soy el único.

¿Quiénes son los que deciden qué es secreto?, y más ridículo aún, ¿Quién decide qué información es más secreta que la anterior? Estos censores y verdugos modernos, ¿tienen derecho y criterio para valorar y ocultar informaciones de vital importancia para todos? Ya que estas leyes son reales, ¿por qué no preguntarse si los gobiernos están frenando el desarrollo de la civilización? No es descabellado para nada, aunque se te cruce por la cabeza… Piénsalo, existen intereses y pilares que están muy consolidados, a nivel energético, financiero, farmaceútico… Algo muy grande esta indudable y celosamente siendo ocultado por las élites del poder, algo que podría detonar las bases del mundo en el que vivimos hoy.

El público general de todas formas está viendo la televisión, angustiada por banalidades tan decisivas como quién es el último expulsado de Gran Hermano…

Es hora de despertar.


El 5 de julio de 1947 un granjero de la localidad de Roswell, E.E.U.U., se dirigió al sheriff del condado para contarle que algo se había estrellado en su rancho. Se trataba de una supuesta nave extraterrestre, algo que aquel granjero no pudo definir como un objeto manufacturado en la tierra. Rápidamente el sheriff se puso en contacto con las fuerzas militares y se montó un enorme revuelo a nivel internacional. Los extraterrestres habían hecho acto de presencia tangible por primera vez, en la época moderna. Se echó mucha tierra encima del asunto, se informó y se desinformó y se escribieron miles de artículos en todo el mundo hablando sobre la veracidad de lo ocurrido. Poca gente podía constatar lo ocurrido a excepción de los ciudadanos de la región de Roswell.

¿Era una broma pesada? ¿Rayaba de una manera tan tenaz la preciada realidad construida durante siglos de egocentrismo? Para muchos fue imposible considerar que el suceso fuera real, su mundo se desmoronaría, literalmente. El derrumbe del paradigma de aquel momento (y del actual) caería de tal manera que el mundo no sería el mismo. La tierra una vez más dejaría de ser plana para descubrir que era redonda…

Para un colectivo más abierto de miras fue un suceso realmente iluminador. Algo milagroso había pasado, de un calibre tal, que hasta había tenido una difusión sobrecogedora en los sibilinos medios de comunicación. El impacto de la noticia era demasiado grande para ser encubierto de primeras. Este evento potenció movimientos de pensamiento y filosofía cósmica, nuevas teorías ufológicas y la creación años más tarde de una ciencia política que estudia las implicaciones globales de tener relaciones con civilizaciones extraterrestres, la exopolítica.

¿Qué pasó con los restos? Innumerables testigos cercanos al lugar del accidente vieron como las fuerzas militares recogieron los restos; además varias personas, incluido el granjero, afirmaron ver extraños cuerpos entre los restos de metal, que también fueron recogidos por los militares y presuntamente llevados a una base en el desierto de Nuevo México llamada Groom Lake, hoy mundialmente conocida como el infame Area 51.

A pesar de que algo en efecto se estrelló aquel día en Roswell, el gobierno americano tuvo que decepcionar al mundo entero diciendo que simplemente era un globo sonda meteorológico. Salieron unas fotos de unos restos de papel de aluminio y unos agentes inspeccionándolos. También se difundió a modo de falsa filtración un video en el que se hacía una autopsia a unos pequeños seres humanoides, pero claramente el video era falso. ¿El gobierno dejaría que se filtrara algo tan importante por las buenas o difundiría un video falso para desacreditar el suceso y la idea, que entonces corría por las mentes de muchos, de que realmente estábamos siendo visitados? El público general perdió el interés eventualmente a pesar de las continuas historias y reportes de avistamientos.

Curiosamente ese mismo mes, concretamente el día 26 de julio, el presidente Harry S. Truman firmó una nueva ley llamada National Security Act en la que supuestamente reorganizaba y realineaba las fuerzas militares del país, su política exterior y las agencias federales y organizaciones de inteligencia como la CIA, que también curiosamente fue rebautizada, ampliada y modificada en este año de platillos volantes y hombrecillos grises.

La ley de National Security Act también reformaba la política de secretos oficiales y creaba la nueva gran escusa de las autoridades a aumentar el secretismo y a no hablar en situaciones comprometidas “por razones de seguridad nacional”, algo que hasta hemos visto en sus películas.

¿El gran evento de Roswell y todas estas consecuencias son una coincidencia?

¿Sería una locura pensarlo? Estamos tan programados a pensar que esto es ridículo, pero en lo más profundo de nosotros sabemos que la realidad no es tal como la pintan los libros de historia y nuestros gobiernos.

El fenómeno ovni es un fenómeno real, que merece mucho más respeto del que se le otorga, además es un fenómeno que lleva rondando al hombre desde que es hombre, nunca mejor dicho.

Los ovnis no son un producto de la cultura popular norte americana, ni un producto de masas que alucinan al fumar mariguana, ni mucho menos surgen de las películas de ciencia ficción de los años 50. Puede que en gran parte, tanto secretismo gubernamental esté relacionado con temas tan relevantes para las personas como estos visitantes. Y si existen evidencias tan antiguas, puede que estén más relacionados con nuestro origen como raza que el cuento de Adán y Eva. Sólo es una idea.


Además, si estos temas no aparecen en el telenoticias, no os extrañéis, el mundo es un circo: a finales de 2009 el presidente Barack Obama recibió el premio Nobel de la Paz, justo después de enviar una nueva hornada de soldados a Oriente Medio. Un dato como mínimo anecdótico es que, la noche en la que el premio fue entregado, una misteriosa e inverosímil espiral de luz blanca y azul surgió en el cielo de Noruega (ciudad que acogía la ceremonia) para el asombro de miles de noruegos que lo captaron en videos y fotografías.

Secretos, misterios, secretos… Que poco nos dejan saber…

ESPAÑA, LOS OVNIS Y LAS LEYES:

¿Qué pasa en España? ¿Es posible que se haya dado la misma correlación entre un suceso como Roswell 1947 y el National Security Act? La ley de Secretos oficiales que encabeza la lectura fue aprobada el 5 de abril de 1968 y publicada un día más tarde. Está claro que en España no ha habido un caso tan estridente como el de Roswell, pero, ¿fue 1968 un año relacionado con avistamientos de platillos volantes? La respuesta para vuestra sorpresa es SÍ.

Es una caprichosa coincidencia.

El año 1968 fue un hervidero de avistamientos en la península. Fue uno de los años con más actividad y notoriedad de los intrépidos platillos volantes. Se presentaban ante las masas de las ciudades sin pudor, y también dejaban casos irresolubles en las zonas rurales. Desde parones en el tráfico al atardecer en Madrid porque una nave piramidal flotaba sobre las cabezas de los madrileños, hasta persecuciones de cazas F-104 que se estremecían al perserguir objetos con trayectorias imposibles. En internet hay varios sitios web que recogen estos avistamientos históricos para que no se pierdan en el olvido de nuestras torpes memorias.

Un ejemplo sería el siguiente link:

http://www.planetabenitez.com/ovnis3/1968madrid.htm


Analisis de la Ley 9/1968, de 5 de abril, reguladora de los Secretos Oficiales:

La ley comienza con un preámbulo a los artículos en el que se detallan matices de una manera ampliada. Comienza diciendo que las cosas públicas que a todos interesan pueden y deben ser conocidas por todos. Una frase un poco desafortunada para comenzar ya que contradice el propósito de la propia ley que introduce.

Cita las leyes de Prensa en las que se considera la publicidad de estas informaciones secretas con carácter parcial, dando una información censurada, filtrada y limitada a través de las publicaciones periódicas y de las agencias de información. Este permiso “parcial” concedido a los medios, recuerda a las apariciones de noticias de ovnis en prensa o televisión, en las que se ironiza sobre el tema, quitándole con frecuencia bastante hierro al asunto. Es una manera sutil de censura.

Argumenta que si la publicidad de estos hechos es característica o se relaciona con algún organismo estatal, es “innegable la necesidad de imponer limitaciones, cuando precisamente de esa publicidad pueda derivarse perjuicio para la causa pública, la seguridad del mismo Estado o los intereses de la colectividad nacional”. En otras palabras, en el caso de una exposición de las actividades estatales que puedan crear daños y perjuicios, dañar la causa pública o los intereses del pueblo, deben imponerse limitaciones (otro sinónimo de censura de información). ¿Y si dentro de los intereses del pueblo estuviera el de no permitir censura de información de ningún tipo?

Los secretos serán aquellas cuestiones cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda dañar la seguridad del estado. Muy a la americana, y a continuación habla de las penas y sanciones que se aplicarán en caso de rebelar informaciones secretas. Estas penas son de máxima severidad y cita la intimidación como herramienta preventiva al destape o revelación de secretos.

Habla también de que sólo las personas con las autorizaciones pertinentes podrán manejar y conocer informaciones secretas. Se establece la famosa denominación de materias clasificadas “también utilizada en otros países”, (como por ejemplo… U.S.A!), y sus dos grados de secretos generalmente admitidos, supongo que se refiere a “secreto” y “reservado”.

Es muy llamativo como la ley contempla la necesidad de que en el caso de que los medios de comunicación obtengan y pretendan difundir una noticia clasificada se les notificará el status quo de materia clasificada. Queda así perfectamente reflejada la evidencia de que los medios de comunicación colaboran con el Estado a la hora de emitir cierto material, y de difundirlo con cautela y filtros en el caso de obtener luz verde para ello. La manipulación de los medios y de nuevo la censura quedan patentes.


Los Artículos:

En resumen, los artículos dejan claro que en un principio la información es de publicidad libre excepto en los casos que se declare clasificada y entonces queda amparada por la propia ley. Todo lo que bajo esta ley, se denomine secreto o clasificado está vetado al público. Podriamos decir que es una triquiñuela burocrática-legal para clasificar y así aislar de la población la información que al Estado le venga en gana, y encima es por nuestra propia seguridad. Es sarcástico porque ofende, casi duele.

Se establece también que la calificación del material clasificado y su relevancia como secreto o reservado correrá como competencia del Consejo de Ministros y a la Junta de Jefes de Estado Mayor. Las personas de la administración del Estado o de las fuerzas armadas que tengan información que pueda clasificarse como secreta deberán reportarlo a los organismos pertinentes del Artículo 4.

El Artículo 8-b dice: “El personal que sirva en la Administración del Estado y en las Fuerzas Armadas estará obligado a cumplir cuantas medidas se hallen previstas para proteger las materias clasificadas”; no estipula cuáles son esas medidas previstas, ¿hasta dónde estarían dispuestos a llegar para mantener sus secretos?

El Artículo 9-1 “La persona a cuyo conocimiento o poder llegue cualquier materia clasificada, conforme a esta Ley, siempre que le conste esta condición, estará obligada a mantener el secreto y entregarla a la autoridad civil o militar más cercana y, si ello no fuese posible, a poner en conocimiento de ésta su descubrimiento o hallazgo. Esta autoridad lo comunicará sin dilación al departamento ministerial que estime interesado o a la Presidencia del Gobierno, adoptando entretanto las medidas de protección que su buen juicio le aconseje.” En lenguaje coloquial, se podría traducir por: “Si se estrella una nave extraterrestre contra tu porche, ¡por favor avísanos para enterrar la evidencia de algo que nos compromete! Gracias por ser un ciudadano de bien.”

Llama la atención una frase en la disposición final que describe el proceso y metodología de archivamiento de las informaciones secretas:Se determinará igualmente con todo el detalle necesario y con especificación de las medidas técnicas precisas, el régimen de custodia, traslado, registro, archivo, examen y destrucción de lasmaterias clasificadas, así como la elaboración de copias o duplicados de tales materias” Hace referencia hasta a la destrucción de las materias clasificadas, como parte de un proceso habitual o rutinario. ¿Qué evidencias de sucesos o de imaginarios increíbles nos perderemos por el capricho de nuestros jefes de Estado? Escalofriante.

Conclusión y cierre:

Después de la investigación, elaboración y digestión de este trabajo basado en la ley de secretos oficiales, me ha quedado personalmente claro que el gobierno no es transparente y que reitera en contradicciones. Esta ley sirve para justificar, continuas violaciones contra el derecho constitucional de libertad de información casi a capricho de los mandatarios. Es increíble como una ley que fue redactada por Francisco Franco (solamente modificada en dos de sus Artículos) y perteneciente a una época en la que la censura fue sabida por todos, trasciende hasta nuestros días de supuesta democracia y supuesta libertad. Seguramente también se violen leyes que ni siquiera existen, como por ejemplo, privar al mundo entero de una verdad que recorre nuestras espinas dorsales cuando por fin la escuchemos. Es triste ver como unos pocos vendieron el mundo cuando dormíamos.

A pesar de que en alguna ocasión se han desclasificado archivos clasificados OVNI, da la contundente sensación de que era un patético lavado de manos por parte del gobierno por la demanda de interés del pueblo y la obviedad y notoriedad de los avistamientos. Las explicaciones a los avistamientos seguían siendo globos meteorológicos, gases de pantano, visiones de planetas, etc. Los casos verdaderamente importantes jamás se llegaron a exponer y mucho menos a explicar o a aceptar la hipótesis extraterrestre. Sigue vigente el mismo secretismo venenoso que nos frena y limita nuestras conciencias, que nos estanca en el siglo XX, condenados a consumir y a sufrir crisis ansiosas y económicas. El mundo actualmente parece estar derrumbándose, el desarraigo y la desmotivación cada vez son más comunes. La verdad está en algún lugar de las estrellas, el mismo cielo del que descendieron una vez ángeles de luz. ¿Podemos despertar? ¿Estamos preparados para afrontar estos secretos?

Muchos siguen viendo Gran Hermano, pero poco a poco nos encenderemos todos como bombillas para reclamar nuestra herencia común más profunda, LA VERDAD.



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